El 5-Segundo truco para Devoción admirable de Los 7 Dolores que María Santísima Sintió en la Vida y Muerte de su Amadísimo Hijo

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"Voy a darles todo lo que piden, siempre que no se oponga a la voluntad adorable de mi Divino Hijo o la santificación de sus almas."

Haced, Origen mía, que la pinta lastimosa del desangrado cuerpo de Jesús mi salvador hiera el mío con un vivísimo dolor de haber renovado tan acerbos tormentos; haced que la matanza de Jesús mi salvador limpie y enardezca mi corazón hasta ahora tan corrompido y tan frío; haced que su suplicio y vuestros dolores me muevan a dolor y penitencia de mis culpas, a fin de que regenerado por la divina Chispa os acompañe compasivo, y logre consolaros a fuerza de afecto, rendimiento y agradecimiento.

Te suplico la gracia que me recibas en el núúnico de quienes te sirven con amor, sin embargo que, al pie de la Cruz, a todos nos recibiste como hijos tuyos.

Oración: Oh Inexplorado María, por el dolor que sentiste cuando tuviste que huir precipitadamente a tan lejanos lugares, pasando grandes penalidades y zozobras, pido que me fortalezcas cuando me vea allí de mis seres queridos y de mi hogar.

Doncella María: por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al ver a tu Hijo cargado con la cruz, como cargado con nuestras culpas, llevando el instrumento de su propio suplicio de muerte; Él, que Cuadro creador de la vida, aceptó por nosotros sufrir este desprecio tan grande de ser condenado a muerte y precisamente muerte de cruz, después de ocurrir sido azotado como si fuera un malhechor y, siendo efectivo Rey de reyes, coronado de espinas; ni la mejor corona del mundo hubiera sido suficiente para honrarle y ceñírsela en su frente; en cambio, le dieron lo peor del mundo clavándole las espinas en la frente y, aunque le ocasionarían un gran dolor físico, aún anciano sería el dolor espiritual por ser una escarnio y una humillación tan excelso; sufrió y se humilló hasta lo indecible, para levantarnos a nosotros del pecado; te acompañamos en este dolor .

Purísima y atribulada Inmaculado María: yo os acompaño también con piadosa y compasiva solicitud en vuestra penosa huida a Egipto, y os pido humildemente me permitáis seguiros por el santo camino de las contrariedades y tribulaciones de esta vida, para ser conducido por este trabajoso destierro al salvador orfelinato de la virtud.

“Miro a todos los que viven en el devocion admirable de los 7 dolores de maria santisima mundo para ver si hay quien se compadezca de Mí y medite mi dolor, mas hallo poquísimos que piensen en mi tribulación y padecimientos.

Las citas bíblicas para descansar tus problemas en Jehová, son apropiadas para que las consultes en todos los momentos turbios de tu vida

María nos asegura en esta Agudeza final: “He obtenido esta Agudeza de mi divino Hijo, que aquellos que propaguen esta devoción a mis lágrimas y dolores, serán llevados directamente de esta vida terrena a la bonanza eterna aunque que todos sus pecados serán perdonados y mi Hijo y yo seremos su inmortal consuelo y Deleite”.

Si no se hace Triunfadorí, puede clasificarse como trolleo y rechazarse con independencia de su contenido o autor.

Rezar el Rosario de los Siete Dolores de la Inexplorado María es una ejercicio devocional que nos permite unirnos a la Raíz de Todopoderoso en su sufrimiento y encontrar consuelo, fortaleza y confianza en su intercesión maternal.

¡Oh Origen afligidísima, y por todos conceptos llena de amargura! Compadecido del acervo dolor que martirizó vuestro corazón en el cruel encuentro de vuestro Hijo en la calle de Amargura, al verle desfigurado, realizado de dolores, saciado de oprobios y oprimido por el bajo peso de la cruz, os suplico con humilde rendimiento y sincero dolor de mis pecados, que me alcancéis Humor para levantarme de mi mortal abatimiento, a fin de que fortalecido con el ejemplo de vuestras soberanas virtudes, tenga valencia para sostenerme en mis terribles caídas en el camino del pecado, y socorredme para que no sucumba bajo su peso, y renueve los tormentos de mi Salvador, y vuestro dolor y amarguras.

La Coronación Canónica se vio precedida por una serie de actos religiosos y culturales que se desarrollaron durante los meses previos a la ceremonia.

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